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Punk pop, también conocido como Niñas pop, Púber pop o sencillamente MIER+DOLO (Madre Iglesia, El Rock MÁS Despreciable, Oloroso, Lamesmegma y Olvidable).
Corría 1994 cuando una panda de hippijos crearon Green Day, el Mierda Máter, la cagarruta iniciadora, el primer hijo musical del demonio, en definitiva un grupo despreciable de esos para niñas que se creen la cumbre de la revolución por chupar su primer tampón en la plaza de su pueblo. Bueno, también hay chavales seguidores del chihuahua de marras, pero mejor lo dejamos aquí, que es de mal gusto hablar de engendros que en su prepubertad fueron apalizados por sus padres adoptivos con los consoladores-vibradores de 27 velocidades de sus tías leprosas. Este dato fue contrastado mediante la tortura de esos asquerosos universitarios que aún tienen la desfachatez de acercar su sonido a los demás.
Hay desgraciados que se atreven a relacionar a los jodidos Bad Religion con el principio de Green Day, pero como ésto es de aún más mal gusto, hablaremos de esos putos diablos que siguieron el ejemplo, principalmente Blink 182 y Sum 41. Es importante que conozcáis el nacimiento del cantante de Sum 41 para comprender un poco mejor en qué jodida cabeza cabe la idea de gestar mierdas tan gordas.
Que conste que si por mí fuera, pegaría una imagen del puto gnomo de jardín maestro que es el cantante de la banda de repetidores del primer curso del conservatorio grandes compositores, pero debido a mis limitaciones, dejaré que lo busquéis vosotros mediante el dios Gúguel y saquéis vuestras propias conclusiones sobre por qué "éso" no podía hacer nada bueno. (Nota: Absteneos sensibles y miedosos a que vuestro cerebro genere un tumor, lo cual es altamente probable tras la indigesta visión del engendro).
Me es realmente difícil escribir este artículo, porque comprendo que tal cantidad de mierda no puede hacer bien a la salud de nadie, pero qué le vamos a hacer, vosotros os lo habéis buscado, así que os presento a un trío de macarras que probablemente confundiríais con uno de esos yutubers a los que les gusta comer vaselina de fresa y utilizarla a modo de gomina, ya que aunque sea una medida defendida por varias instituciones religiosas, es una mentira tan malvada como que los gatos no se comen a sus crías. De hecho, es más agradable observar cómo un felino se come a sus propias crías que escuchar algo de éste puto degénero musical.
Pasado su desolador éxito entre finales de los 80 y principios de los 90, llegó un nuevo álbum de Green Day llamado American Idiot, que viene siendo algo así como una autocrítica en la que asumen que nacieron con alguna deficiencia seria y que debían morirse de una puta vez. Por desgracia alguna discográfica subvencionada por el mismísimo Anticristo le hizo una publicidad bestial, jodieron otra generación de adolescentes y se animaron a lanzar un nuevo álbum, pero esta vez no hubo tal apoyo, dado que decenas de miles de padres denunciaron al cliente número uno de las tiendas de estética americanas por graves daños y perjuicios contra la salud mental de sus hijos y quienes estaban a su alrededor.
Por suerte, el punk pop parece muerto, y estamos deseando enterrarlo, pero tenemos que esperar a que otros hijos de la Gehena como Fall Out Boys se retiren a diversos centros de desintoxicación en los que sus cuidadores puedan estrangularles a gusto, o mueran de sobredosis del azúcar que venden los buenos salvadores de la música a estos paletos a los que les puedes colar gato por caballo, y nunca mejor dicho. Los últimos álbumes de Green Day, "Uno", "Dos" y "Tres", nos hacen suponer que hicieron buenas migas con Pitbull, que a su lado es hasta decente, que se lo gastaron todo en ácido y pasaron el verano en playas españolas, o que se hicieron fans de las tres mellizas y pretenden satanizarlas para terminar de joder la infancia al personal.
Los grupos de punk pop, o de pop punk, o de sacrilegio auditivo, tienen en común con un buen grueso de grupos de metal del siglo XXI el malgaste de la mayor parte de su tiempo en la peluquería, por encima de otros quehaceres como dormir y sobre todo componer, no digamos ya de aprender algo de música.
Tienden a utilizar su propio semen como fijador, dado que se masturban constantemente con vibradores, ya que todos sabemos que el pene masculino tiene voluntad propia, y como enviados del señor se esconden hacia dentro, evitando que puedan mantener relaciones sexuales con las pobres niñas a las que hipnotizan con sus artes oscuras. De hecho, a un Tokio Hotel casi le peta el corazón (una lástima que no reventase como un palomo) por meterse dos pastillitas azules a ver si conseguía hacer salir a su polla, y ahora es cuando os preguntáis por qué meto a los Tokio Hotel en un artículos sobre punk rosa, y es que con esto pasa un poco como con el nu-metal, que nadie sabía dónde meter a toda esa peña y se inventaron un género sin explicación más allá de un período cronológico de aparición, así que puestos a hablar de mierda, ¿por qué cojones no puedo hablar de los Tokio Hotel? Que por cierto, según la prestigiosa revista Chichinabo Adventures, la estética punk pop es la visión más grotesca de todos los tiempos, seguida de lejos por 2 girls 1 cup y vídeos similares.
Es harto probable que ninguno de estos pecadores terminase el preescolar, así que dudo mucho que conozcan la existencia de esta palabra, así que podríamos resumir su filosofía en joder la vida a criaturas influenciables, ordenados por algún dios del caos.
Y esta vez en el sentido más estricto de la palabra. Los "músicos" de éste subnorgénero (o atropello contra la inteligencia humana) son nacidos de huevos. Estos huevos fueron encontrados en la excavación de Al-Hadar, sí sí, el mismo sitio de donde sacaron el artilugio ese maligno de El Exorcista. ¿Coincidencia? Ni tú ni nadie se lo cree. A estos seres les encanta demostrar constantemente lo viles y asquerosos que pueden llegar a ser hablando de su "madre" en entrevistas, cuando ya de antemanos sabíamos que una pobre mujer no puede parir esos gérmenes. Se cree que Al-Hadar está situado donde debía estar hace millones de años, antes de los dinosaurios, Mordor, de ahí el parecido de algunos integrantes a varios orcos y su maldad latente.
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